Fragmentos de Historia Natural

SECTOR 1. EL ORIGEN DEL GRABADO NATURAL (S. XV y S. XVI)

Se expone una selección de xilografías procedentes de los primeros textos científicos impresos, tanto zoológicos como botánicos, que ponen de manifiesto la importancia que adquiere progresivamente la imagen dentro del texto. Primero con un carácter más decorativo, con pocos detalles morfológicos, como ocurre en los primeros incunables de temática natural como Hortus Sanitatis (1498), hasta alcanzar una importancia mayor incluso que el texto, con grabados en madera de gran precisión que ocupan páginas completas. Encontraremos representadas obras zoológicas de Conrad Gesner (1551) o Ippolito Salviani (1554), botánicas de Leonhard Fuchs (1542) o Pietro Andrea Mattioli (1562), además de sorprendentes láminas de anatomía humana de Vesalio, entre otras. No es raro encontrar monstruos mitológicos, plantas con forma humana o animales fantásticos entre las imágenes naturalistas de esta época, ya que  el conocimiento del mundo se encuentra profundamente influenciado por las tradiciones y leyendas populares que llevan cientos de años trasmitiéndose de una generación a la siguiente.

SECTOR 2. EL DESPLIEGUE DE LA TÉCNICA AL SERVICIO DEL CONOCIMIENTO (S. XVII)

El uso de la calcografía para ilustrar tratados de corte naturalista abre nuevas posibilidades a la hora de plasmar gráficamente la anatomía de las especies estudiadas, ya que sobre el cobre es posible tallar con extremada precisión los detalles que sobre la madera resultaba imposible plasmar. Aunque esta técnica comienza a utilizarse en el siglo XVI (Salviani), no es hasta el XVII cuando se generaliza y se perfecciona al máximo. Surgen así obras enciclopédicas con cientos de ilustraciones de excepcional calidad como el Jardín de Eichstatt de Basilius Besler (1613), Florilegium renovatum de Theodor de Bry (1641) o la monumental Historiae Naturalis de Jonston (1649-1653), todas ellas representadas en esta exposición. La creciente afición por la jardinería origina obras magníficamente ilustradas como las de Battista Ferrari (1646) o Abraham Munting (1696), entre otras. Durante este siglo, la expansión del comercio y los viajes de exploración de nuevos territorios dan lugar a sensacionales publicaciones centroeuropeas cuyas imágenes grabadas alcanzan una belleza extraordinaria, como la obra sobre los viajes de Nieuhof a la Indias Orientales y Occidentales (1682) o la exploración botánica de van Rheede en la India (1678-1703), entre otras muchas obras que se pueden admirar en esta muestra.

SECTOR 3. LA CURIOSIDAD INSACIABLE DEL SIGLO DE LAS LUCES (S. XVIII)

Durante el siglo XVIII continúan perfeccionándose las técnicas de grabado e iluminación al mismo tiempo que crece la curiosidad por aquellas especies traídas de los territorios de ultramar por expedicionarios con intereses científicos, como las investigaciones sobre las metamorfosis de Maria Sibylla Merian en el Surinam que se traducen en uno de los libros más bellos jamás publicados (1705). También durante este siglo proliferan los gabinetes de curiosidades y se realizan extraordinarios inventarios ilustrados de estas colecciones particulares. Destaca el Thesauri de Albertus Seba, publicado en cuatro volúmenes entre 1734 y 1765, con infinidad de láminas grabadas de calidad extraordinaria. En esta exposición se muestran algunas de las más bellas imágenes grabadas procedentes de este catálogo de Seba, así como una selección de grabados botánicos de Volkamer, Commelijn, Weinmann o Blackwell, de ictiología de Marcus Bloch o Mark Catesby, aves de Eleazar Albin o George Edwards, o de la célebre Histoire Naturelle del Conde de Buffon de finales del siglo XVIII, entre otras muchas, ya que este siglo es el más prolífico en la producción de estampas grabadas al cobre sobre estas temáticas naturalistas.

SECTOR 4. LAS CIENCIAS NATURALES CONTEMPORÁNEAS (S. XIX Y S. XX)

El siglo XIX se abre con la implementación de una nueva técnica de estampación, la litografía, que además de provocar la proliferación de carteles y otras estampaciones artísticas, también se pone al servicio de la ilustración naturalista. En la muestra se presenta una destacada selección de obras de autores como Audubon, Haeckel o Seguy, cuyas litografías plasman el grado de conocimiento tan exhaustivo al que se ha llegado en el estudio de la biología, gracias a la utilización de instrumentos ópticos y a las nuevas técnicas fotográficas.